Oberá se convirtió en el epicentro turístico de la región, y el primer fin de semana de la Fiesta Nacional del Inmigrante se vivió a pleno. La ciudad fue testigo de un verdadero aluvión de visitantes, superando las expectativas y llenando de vida cada rincón. Lejos de ser solo un evento local, la FNI atrajo a muchas personas de diversas provincias, consolidando a Oberá como un destino de primer nivel.
El pulso de este flujo masivo de turistas se sintió con fuerza en la Dirección de Turismo, Recreación y Cultura. La oficina de información, ubicada estratégicamente en la plazoleta Güemes, trabajó sin descanso para atender a los cientos de visitantes que se acercaron en busca de orientación. No solo se consultó sobre la programación de la FNI, sino que muchos aprovecharon la oportunidad para explorar los encantos que ofrece la ciudad y sus alrededores.
Con un clima que invitaba a refugiarse del frío, los cafés, bares y restaurantes del centro y microcentro de Oberá se convirtieron en el refugio ideal. Los visitantes, atraídos por la calidez y el ambiente acogedor, disfrutaron de la gastronomía local y del simple placer de recorrer a pie las calles, admirando la singular geografía de la ciudad. Este movimiento, que dinamiza la economía local, es un claro reflejo del crecimiento del turismo interno, un sector que fue impulsado con gran éxito gracias a una sostenida labor de promoción.
La diversidad de los visitantes es una de las notas más destacadas de este fin de semana. La Fiesta logró convocar a un público de lo más variado, demostrando su alcance nacional e internacional. En la Oficina de Turismo, llegaron visitantes de Córdoba, Buenos Aires, Río Negro, Neuquen, Santa Fe, Chaco y Corrientes, así como también desde países como Finlandia, Alemania, Portugal, Brasil y Paraguay. La presencia de tantas personas de diferentes orígenes es un claro testimonio del atractivo cultural de Oberá y de la Fiesta Nacional del Inmigrante.
Pero no solo llegaron de lejos; también llegaron a la Oficina de Turismo muchos misioneros. El intenso trabajo de promoción del turismo interno, es decir, el trabajo de acompañamiento y promoción de la Dirección de Turismo, Recreación y Cultura junto a la Federación de Colectividades en los previos lanzamientos de la FNI, rindió sus frutos, logrando que habitantes de toda la provincia se sumen a esta celebración, redescubriendo y valorando las joyas de su propia tierra.
En un fin de semana tan intenso, la clave del éxito reside en la organización. La excelente atención brindada a cada uno de los visitantes no es casualidad; es el resultado de una gestión previa y una preparación estratégica, pensada para acoger a la gente de la mejor manera. La ciudad de Oberá demostró una vez más que está lista para recibir a quienes la elijan, ofreciéndoles una experiencia inolvidable.
